tag:blogger.com,1999:blog-89152159078175966452024-03-08T06:12:19.623+01:00La columna de Waldo Lydecker"Yo no uso estilográfica. Escribo con una pluma de ganso que mojo en veneno."Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-16156564679498015362009-08-04T20:29:00.002+02:002009-08-04T20:41:06.452+02:00De buena fe.<div align="justify">He vuelto, después de una ausencia que me figuro ha sido larga e insufrible para todos ustedes, mis queridos lectores. No vuelvo para hablar de todos esos extranjeros mal vestidos, que son capaces de llevar sandalias con calcetines y pantalones cortos -bien sabe Dios que si hay justicia arderán en el infierno por toda la eternidad- sino porque en el telediario de cierta televisión autonómica he visto una noticia que me ha arrancado una sonrisa.</div><div align="justify">Resulta que en Méjico han detenido a una banda de narcotraficantes perteneciente al cartel de la Familia Michoacana. Empresa loable la de las fuerzas de seguridad, que velan por nuestros intereses y que nunca descansan en favor de nuestro bien; hasta ahí, todo mi reconocimiento. Sin embargo, lo que no me gusta un ápice es la circunstancia en la que se produjo la detención.</div><div align="justify">Resulta que los miembros y miembras de mencionado aparato criminal se encontraban rezando en Misa, y la policía aprovechó la ocasión para detenerlos sin disparar un solo tiro. La ceremonia, de todos modos, debía ser peculiar, ya que entre otras cosas decomisaron 13000 dólares en efectivo y 4500 pastillas psicotrópicas. El cura, por cierto, también fue detenido.</div><div align="justify">Y yo me pregunto, señoras y señores, ¿qué clase de animales puede interrumpir el diálogo divino entre el fiel y su Dios, único, verdadero, apostólico y romano, con la excusa de detener a unos pobres hombres cuyo único pecado podía ser el de introducir ciertas sustancias extrañas en el recinto sagrado? Unos hombres que obraban de buena fe y que seguramente hacían sus donativos a la Iglesia; si es que ya no hay respeto por nada.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-83470602287334819262009-05-10T21:50:00.004+02:002009-05-10T22:05:04.295+02:00De países y gentes extrañas.<div align="justify">El turismo es uno de los males necesarios sin los que algunas ciudades caerían en la desolación y el olvido. Sin embargo, tiene una parte negativa que es la invasión de zonas que uno creía a salvo de la vorágine de alemanes (ingleses, japoneses, franceses) con sandalias y calcetines.</div><div align="justify">Un servidor cuando viaja a un sitio no se considera "turista", porque el turista es una clase deleznable dentro del reino animal, que deja el cerebro en su casa al lado de las buenas maneras y la vergüenza. Nunca se me ocurriría entrar en el Panteón de París a presentarle mis respetos a Voltaire vestido con unas bermudas; tampoco se me pasaría por la cabeza rezarle al Cristo de Cimabue de Santa Croce en Florencia haciéndole una foto con flash entre oración y oración; y mucho menos, y esto me disgusta sobremanera, se me ocurriría utilizar Hyde Park como un urinario público.</div><div align="justify">Cosas todas estas que he visto por verme obligado a vivir en una ciudad "turística" que el año que viene se va a poner francamente insoportable.</div><div align="justify">Porque en este país no sólo no evitamos que estas cosas ocurran, sino que las fomentamos. <em>Spain is different</em> y ancha es Castilla (<em>wide is Castille</em> para mis amigos), así que aquí lo hacemos todo a lo bruto. Por una parte los organismos oficiales y las oficinas de turismo nos venden como una especie de parque temático donde todo es posible.</div><div align="justify">El amigo Jeffrey Simmons puede venir con la parienta y comerse un cochinillo en Casa Cándido para luego irse a un tablao flamenco y acabar vomitando la sangría en la portada de la catedral. Y todo esto sin salir de Segovia, porque la globalización es lo que tiene, que exporta las sevillanas que da gusto verla.</div><div align="justify">De la misma manera Joe Smith puede visitar con sus colegas la catedral de Palma, poner cara de "en Cincinatti tenemos cosas mucho más altas" y después irse a comer una paella y a trasegar sangría como un cosaco, para después encontrarse con algún compatriota rival con el que liarse a puñetazos.</div><div align="justify">Son tópicos terribles y bastante demagógicos, pero lo cierto es que al fomentar únicamente el turismo de sol y playa, de venga ud. a comer todo lo que pueda y échese una "siesta" genera unas reacciones extremas. Ahí están, por ejemplo, los hosteleros que hartos de aguantar "guiris" borrachos todo el día acaban por ser maleducados hasta con el ciudadano que va todos los días a tomar el café.</div><div align="justify">En definitiva, el turismo es una plaga que gracias a las compañías de bajo coste se extiende como un cáncer por todo el mundo, y acabaremos como en el chiste en el que un grupo de turistas iban con un guía y un sherpa por el Himalaya y llegan a una grieta profundísima. Un turista se asoma y dice "esto es como la boca del infierno" y responde desesperado el guía "¡Dios santo, esta gente ha estado en todas partes!"</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-90543125785144838952009-04-15T18:10:00.002+02:002009-04-15T18:24:39.495+02:00Dinero y gusto.<div align="justify">No siempre van unidos. Es más, cada vez es más difícil que uno vaya con lo otro y viceversa, porque tener muchísimo dinero aisla y no siempre los amigos disponibles con el capital necesario tienen un gusto educado.</div><div align="justify">Me explico. Un papa del siglo XVII, nacido en una de las grandes familias romanas -lo que aquí diríamos "de toda la vida"- como los Orsini, los Colonna, Barberini, Ludovici..., un papa, decía, nacido en esas casas, tenía una educación exquisita por una simple cuestión de apellido. Igual de claro tenía su futuro y el de toda la progenie que viniera detrás, que siempre podría hablar con la cabeza alta del "tío Urbano VIII" o del "primo Gregorio XIII".</div><div align="justify">El gusto no estaba asociado únicamente con la nobleza. Hasta un banquero genovés o florentino aspiraba a medirse con los grandes apellidos, a veces fundando una <em>gens</em> que acabaría haciendo sombra incluso a aquellos que remontaban sus orígenes al propio Júpiter. Los Medici, por ejemplo, pero también los Strozzi, los Buontalenti o los Baglioni. Tenían más dinero que la mayoría de monarquías europeas, y el gusto suficiente para gastarlo, aunque si bien es cierto que al principio eran meros mercaderes con el tiempo acabaron ennobleciéndose y dando papas al mundo.</div><div align="justify">Hoy en día la presencia del nuevo rico es algo más bien común y habitual en reuniones de cierto tipo. A uno le basta echar una ojeada a festivales o desfiles de moda para localizar a unas cuantas señoras orondas con modelitos de Versace o Chanel, llevándolos con la misma gracia que una vaquilla atada a un poste. Hacen gala de su fortuna enjoyadas hasta que los reflejos en sus pulseras de oro provocan dioptrías en el público que se sienta delante, mueven los brazos gesticulando como verduleras venidas a más, y enseguida gritan dos o tres nombres con apellidos que nos son familiares por aparecer cada dos por tres en programas "del corazón".</div><div align="justify">Lo que no saben es que la gente verdaderamente poderosa y con dinero -lo uno casi siempre va con lo otro- no aparece en programas y no hace favores ni se relaciona en reuniones atestadas: tienen a gente que hace esas cosas por ellos. Por eso, la gente poderosa no llama la atención ni se da aires. No le hace falta.</div><div align="justify">Se trata de gente que siempre se ha movido en ese ambiente y han sido educados, con todo el significado de la palabra. Gente que, como decía algún escritor, es capaz de estornudar con clase porque ha habido diez o doce generaciones de estornudadores con clase antes que ellos.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-18742430663767379632009-03-21T00:04:00.002+01:002009-03-21T00:26:17.497+01:00Matadlos a todos...<div align="justify">...y que Dios escoja a los suyos. Así de cínica y genial es la frase que acuñó un eclesiástico -de esos que conocen bien su oficio, sin duda- y que parece haber regido el devenir de la Santa Madre Iglesia a lo largo de la Historia.</div><div align="justify">Cinismo bien entendido que movía de forma inexorable "a papas, emperadores y prelados", citando al inmortal Jorge Manrique, que siempre se mostraron más preocupados por el poder temporal que por el espiritual. Aquello de "a mayor gloria de Dios" estaba claramente reñido con las placas que pueblan Roma, con inscripciones de <em>munificentia</em> para satisfacer su orgullo de hombres. Orgullo y soberbia, que tuvieron en la Roma de los grandes papas el mejor caldo de cultivo que podría soñarse para pecados tan apetecibles.</div><div align="justify">Hoy en día los pecados de la Iglesia son otros. La institución de hoy parece haber sido víctima de sus propios dogmas, y al creerse su <em>inventio</em> difícilmente puede mantener el nivel de antaño. Obras como San Pedro sólo fueron posibles gracias al talento de los artistas y el dinero y el buen gusto de los Orsini, los Colonna, los Della Rovere, los Barberini... los grandes apellidos que se regocijaban de rastrear su <em>gens </em>hasta la Roma Imperial y de entroncar con las familias patricias de la Antigüedad Clásica.</div><div align="justify">Orgullo, decía. Y avaricia también. La misma que permitió al papado pactar con reyes de indistinto pelaje con tal de mantener los Estados Pontificios a salvo de los diferentes carroñeros que intentaban comerse las últimas migajas que quedaban del glorioso Imperio Romano de Occidente. </div><div align="justify">¿Lujuria? Evidentemente. Sólo tenemos que recurrir a los Borgia -españoles ellos, siempre dejando el pabellón bien alto- para que nos vengan ecos de historias sórdidas e incestuosas que se sucedían bajo las bóvedas pintadas por Pinturicchio.</div><div align="justify">No hay que olvidar que con Alejandro VI es con quien empieza la historia de oro del papado. Él y sus sucesores son los que levantaron la monumental sede que ocupa hoy Benedicto XVI y su curia, indignos sucesores de tan excelso linaje. Patéticos peleles que hoy en día sólo tienen un poder limitado, y es una pálida sombra de lo que fue, preocupados por evitar el uso del preservativo y dilapidadores de fortunas en obras de segunda fila como la Almudena.</div><div align="justify">Hoy en día no cabe en ninguna cabeza que el papa pertenezca a una familia miltimillonaria y acaparadora del poder. Hoy nadie se puede imaginar a un Berlusconi ocupando la cátedra de Pedro, ni a un Briatore que de la bendición <em>Urbi et orbi</em> y después se retire a sus aposentos a disfrutar de la compañía de Elisabetta. Dos cosas que a lo largo de la Historia han definido a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Una Iglesia corrupta y viciosa que con todos sus pecados era más digna y cautivadora que la caterva de cardenales que pueblan los pasillos del Vaticano hoy en día.</div><div align="justify">Un Colegio cardenalicio que ha perdido todo sentido del buen gusto, y una Iglesia herida de muerte que pese a los intentos de Benedicto no va a recuperar el latín ni las buena maneras. Y eso sí es un pecado mortal.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-76850132439407711292009-02-01T23:01:00.004+01:002009-02-02T00:41:15.387+01:00Glamour. Charme. Fashion.<div align="justify">Si todavía hay algún iluso que ponga la mano en el fuego por el cine español probablemente se quedará manco en menos de lo que tarda Carmen Machi en cambiarse el vestido con el que presenta la gala de los Goya.</div><div align="justify">En esta ocasión la corriente dominante está siendo el victimismo desaforado. Todos se quejan de la falta de presupuesto del cine español -dos palabras que pueden ser tan sinónimas de garantía como "cárcel turca"- y del acoso constante de la piratería, que pone en un brete al buen hacer de los cineastas nacionales y hace peligrar la producción autóctona.</div><div align="justify">Vamos por partes, queridos míos.</div><div align="justify">Personalmente, entiendo que haya gente que se sienta ofendida después de pagar 5 euros -reconozco que vivir en provincias tiene sus ventajas- es torturada durante dos horas y media. ¿Masoquistas? Los hay, pero no son mayoría. Y digo esto porque hace algún tiempo quedó bien claro lo que pienso sobre cosas como <em>Los girasoles ciegos.</em></div><div align="justify">Segundo punto. Lo de la piratería tiene que ver directamente con lo anterior. Supongo que la gente está harta de abortos fílmicos pretenciosos y pedantes, que se repiten una y otra vez como el águila que devoraba el hígado de Prometeo. En estos casos uno decide buscar por páginas web de dudosa moralidad los productos por los que no va a pagar pero que no le impota ver. Personalmente diré que tampoco lo entiendo demasiado, porque no me cabe en la cabeza que alguien esté dispuesto a esperar a que bajen los 700 o 1400 megas que ocupa el <em>dvdscreener</em> de turno.</div><div align="justify">Tercero. En cuanto a lo del bajo presupuesto del cine español... dejen que me ría. No digo que no sea cierto, pero la gente se olvida de que el cine es un comercio, y como tal debería vender un buen producto para que la gente lo vea. Se quejan los productores de que no se va a ver cine español, culpando al público -al no público, en este caso- de ser estulto, protervo y anaflabeto fílmico por no apreciar la exquisita calidad y factura que ponen los directores en sus proyectos. Alguien, algún desaprensivo y estúpido retrógrado sin duda, dirá "que hagan películas buenas y la gente irá a verlas". Yo entiendo bien a los directores y productores. ¿Qué pretenden?¿Hacer las películas al gusto del consumidor? Para ellos están las subvenciones del estado, que gracias a lo que se invierte permite a unos cuantos amigos escribir un guión, rodar su asunto y si no se estrena, pues mira, ahí está, para tener algo que contarle a los nietos.</div><div align="justify">Viendo la gala del cine por excelencia a uno se le abre la boca. No por lo bien hilados que están los chistes, ni por la elegancia natural de los actores españoles. Ni siquiera por los discursos de agradecimiento, sentidos y con alguna lágrima oportuna. Tampoco por lo inesperado de los premios, que siempre nos sorprenden.</div><div align="justify">A uno se le acaba abriendo la boca de aburrimiento y asco, de incredulidad ante tanta vulgaridad y a veces de pura ira e impotencia. Es decir, un perfecto homenaje al cine que premian.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-79392880821017747342009-01-30T23:32:00.004+01:002009-01-31T16:50:53.775+01:00Ese durísimo contacto con la realidad.<div align="justify">Después de una larga ausencia sé que ustedes, mis avezados lectores, estaban a puntito de cortarse las venas o de ingerir cuarto y mitad de un kebab, que para el caso es tan venenoso como cualquier matarratas homologado.</div><div align="justify">Además de ciertos factores extra-estéticos que me han tenido apartado de la red, he de decir que últimamente he estado viendo bastante televisión -no se alarmen, de momento no acuso síntomas de estupidización demasiado severos- y ayer mismo encontré la guinda que coronó el pastel.</div><div align="justify">En <em>Cuatro</em> emitían un programa sobre una reportera que se va a vivir 21 días a la calle, mimetizándose con lo que algún estulto ha llamado <em>homeless </em>por aquello de que vagabundo suena feo y además ofende. Pero bueno, vuelvo al caso, que si no divago y pierdo el hilo.</div><div align="justify">La niña, de bastante buen ver y con unos ojos preciosos -todo he de decirlo- se echaba a la calle con una mochila, una muda limpia y un saco de dormir, dejaba el móvil en casa para estar incomunicada, y ahí se las den todas. Era conmovedor ver cómo la joven sufría en sus carnes lo que algunos de los entrevistados -porque se iba cámara en ristre- llevaban viviendo 20 años. 21 días de agónico e incirto transcurrir vital por las calles de la capital, pasando hambre y comiendo lo poco que encontraba en las papeleras o le daban en los albergues, mostrando con una expresión de felicidad innegable unos zumos y unas galletas que un guía-<em>homeless</em> sacaba de un contenedor y compartía con ella.</div><div align="justify">Reflexiones sesudas, las de la pobre niña, que se echaba a llorar cuando unos jóvenes borrachos -"putos niñatos"- se tiraban encima de los cartones bajo los que ella dormía. Ese momento de miedo y terror absolutamente indescriptibles de esa mujer que le dice a su compañero pobre "tenemos que mirar la fecha de caducidad de esos huevos, que es peligroso" -sonrisita cínica, que me sacó en ese momento- y a lo cual, el compañero con una dignidad extrema, ni se dignó a responder.</div><div align="justify">Moralizante y altamente alentadora, la experiencia de la muchacha. 21 días que recordará para siempre porque ha hecho algo rompedor y con una carga de denuncia social que me río yo del Jon Sistiaga en Gaza. Eso sí es tener conciencia y ganas de cambiar el mundo, enseñándonos a los que vivimos cómodamente en nuestras casas la cruda realidad de la que jamás hemos sido conscientes.</div><div align="justify">Una labor que nadie le va a reconocer, pero de la que le hablará a sus amigos que vayan a visitarla a su casa, mostrándoles las fotos de esos 21 días de duro peregrinar por Madrid, diciéndoles "esta soy yo, recogiendo cartones con Manuel el pobre".</div><div align="justify">Periodismo de primera calidad. </div><div align="justify">Y conciencia. Mucha conciencia.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-49916544679876900582009-01-01T22:35:00.003+01:002009-01-01T22:49:44.433+01:00(Des)Propósitos de año nuevo.<div align="justify">No lo puedo evitar, y he de confesar que tengo una vena <em>voyeur</em> que me puede más que el sentido común. Es esta la que ayer me llevó a salir de casa después de las 12 uvas, con unos cuantos amigos y con la sana intención de brindar con una copa de cava por el año que se termina. Siempre brindo por el que se termina, porque creo que el que empieza no se lo ha ganado.</div><div align="justify">En fin, divagaciones aparte, todas las señales que recibía eran motivos para quedarme en casa y no mezclarme con el gentío en la que considero una de las noches más despreciables del año. Es una noche horrenda en la que los jóvenes se enfundan cualquier traje barato y lo combinan, mal que bien, con una camisa cuyo único propósito es servir de fondo para una corbata ancha, de colores chillones, y en el peor de los casos, con algún mensaje simpático con connotaciones explícitamente sexuales.</div><div align="justify">Las mujeres tampoco van mucho mejor vestidas, desde las que se decantan por modelos más apropiados para ir a la boda de algún príncipe regente, a las que deciden ser campechanas y enfundarse unos modelos que algunos llamarían <em>casual</em>, tres tallas por debajo de lo necesario. En cualquier caso, donde se llevan la palma es en el asunto de los tacones.</div><div align="justify">Una mujer que no sabe llevar tacones no debería ponerselos sin haber practicado unas cuantas semanas por el pasillo de su casa. El problema es que ahora las niñas de 17 años necesitan salir con más pintura encima que un Jackson Pollock, llevar vestidos palabra de honor y tacones altos, lo cual provoca el mismo desequilibrio en sus piernas que en mis ojos de observador crítico.</div><div align="justify">Además, me gustaría saber dónde están las madres que deberían aconsejarlas y decirles "mira nena, tú ponte los tenis de toda la vida y olvídate de tacones, que te vas a acabar matando". Si la tierna mujercita tiene suerte y no se acaba descalabrando yo me ofrezco voluntario para ajusticiarla como se merece, pero claro, quizás esas madres abnegadas son de las que van en chándal con tacones y todoterreno a comprar al Lidl, con lo cual los consejos que buenamente puedan darles a sus hijas caerán en saco roto.</div><div align="justify">Para colcuír, diré que habiendo brindado por el 2008 deseo que el 2009 sea un poco más elegante, porque si es difícil cambiar las cosas en su esencia, al menos podemos esforzarnos por mantener mínimamente las formas.</div><div align="justify">Las buenas formas.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-32837914016669877472008-12-21T11:06:00.003+01:002008-12-21T11:19:30.974+01:00No somos elegantes.<div style="text-align: justify;"><span style="font-style: italic;"><span style="font-style: italic;"><span style="font-style: italic;"></span></span></span>Así, tal como suena. Somos un país muy poco elegante que siempre se ha definido más por la tortilla y el folclore que por sus buenas maneras y educación. Pensaba en esto viendo un documental sobre el 23F -hasta para los golpes de estado nos falta alcurnia- comprobando cómo se comporta un caballero y cómo se comporta un cretino.<br />Me explico. Las imágenes son bastante esclarecedoras de por sí: entra Tejero como un maleducado, soltando improperios a diestro y siniestro, pistola en ristre y mandando que todo el mundo se eche al suelo con la autoridad que le sale de sus partes -a raudales, eso sí-. Siempre se comenta cómo Gutierrez Mellado le planta cara a los golpistas, pero en ese caso creo que es un problema de rango más que de defensa de la libertad democrática. A ver si no cómo encaja un general hecho y derecho que un simple teniente coronel le mande echarse al suelo. Admirable actuación la de Gutierrez Mellado, en cualquier caso.<br />El perfecto caballero, sin embargo, fue Suárez. Es una simple cuestión de estilo, y nada más, y en el documental comentaba por qué no se tiró al suelo como el resto de sus señorías: él era el presidente del gobierno, y no es digno que un presidente del gobierno se arrastre por los suelos, aunque sean los suelos del Congreso.<br />Simple y llanamente, a Suárez no le dio la gana de bajar la cerviz porque, aún con miedo como todo hijo de vecino, la situación le parecía ridícula y no podría andar con la cabeza erguida nunca más.<br />Ejemplo a seguir de dignidad y de saber estar el de este hombre que no se merecería haber nacido español, o quizás es tan admirable porque representa el último ejemplo de esa casta política a la que todavía sabía hablar con propiedad y combinar la corbata con la camisa adecuada. El más elegante de los presidentes de gobierno que en España han sido.<br /></div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-72686258145571325282008-12-11T13:24:00.002+01:002008-12-11T13:39:15.164+01:00Caballeros.<div align="justify">Uno de los encantos de Madrid es que aún quedan sitios míticos donde uno puede alejarse de la vulgaridad de gente ruidosa con pelucas y mamarrachos vestidos de Papa Noel. El problema es que cada vez quedan menos, y la gente los invade sin ningún pudor, contaminando con sus conversaciones y sus risas bobaliconas lugares que han sido referentes de la vida cultural de este país.</div><div align="justify">Tampoco quiero que me malinterpreten, ni que piensen que a un servidor le gusta ir por ahí con una cinta proclamando reliquias por doquier, santificando gratuitamente lugares y pesonas para mantenerlas alejadas del mundanal ruido y hacer de ellas objetos de veneración. Lo que pasa es que me hierve la sangre al ver cómo la falta de respeto se extiende como un cáncer en esta sociedad enloquecida; cómo las buenas maneras son sólo dos palabras alejadas en el diccionario.</div><div align="justify">El asunto es el siguiente. Estaba el otro día en el Café Gijón, viernes por la tarde antes de un festivo, y claro, allí no cabía un alma. Vayan ustedes a saber cómo o por qué, le debí caer bien a los dioses y conseguí una mesa, hacia el final, frente al pequeño retrato de Alberti que cuelga en la pared del fondo y que parece bendecir a la concurrencia bajo esa melena blanca. Al poco rato entró Manuel Alexandre, actor que ha marcado el cine español en todos sus aspectos, desde las películas más horrorosas hasta las más sublimes (<em>Bienvenido Míster Marshall</em>, <em>Plácido</em> o <em>Atraco a las tres</em>).</div><div align="justify">El hombre es un ancianito venerable, para el que hay reservada una mesa al lado de las cristaleras, porque el Gijón es muy barroco; es un sitio al que se va para ver y para dejarse ver. El jefe de sala le ha conducido hasta ella, con discretas palmaditas en la espalda y con un saber hacer que sólo dan los años tratando a escritores, actores, y demás gente del mundillo cultural. Al poco rato entró Álvaro de Luna acompañado por otros dos caballeros -en este caso uno sí que puede utilizar esa palabra sin ruborizarse- y se sentaron a la mesa del señor Alexandre y su compañero.</div><div align="justify">La gente lanzaba miradas de reojo, murmullos para avisarse de la presencia de un famoso, y estoy seguro de que la mitad de ellos sólo conocían a Álvaro de Luna como el Algarrobo, y de Manuel Alexandre su presencia de secundario de lujo en las películas de Cine de Barrio. No me indigna el desconocimiento, que al fin y al cabo es cosa de cada cual y que Dios se lo reclame el día del Juicio, sino el comportamiento.</div><div align="justify">Digo esto porque alguien, cuando ya salíamos, hizo una fotografía con flash en un lugar y un momento que no son los adecuados. A mí me basta con el recuerdo de ese café al lado de dos grandes del teatro y del cine, a algún palurdo le hace falta una foto borrosa y mal tirada para enseñársela a sus amigotes mientras le señala al Algarrobo y silba la canción de <em>Curro Jiménez</em>. Y del viejo que está al lado, ni un comentario.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-35343425626820303842008-11-29T15:53:00.007+01:002009-02-01T00:35:41.602+01:00No quedan caballeros.<div align="justify">Llevo años diciéndolo, pero creo que nunca hasta ahora la gente se había vestido tan mal y a conciencia. Se defienden bajo una capa de falso <em>glamour</em> casposo con la excusa de ser <em>trendies</em> e ir a la última, alabando el nombre de Dior y nombrando a Chanel en vano, sin mayor reparo y con la idea de ponerse unos Manolos con unos pantalones pitillo de mercadillo, una pulsera de Chopard y una cazadora de Zara, porque para ellos es necesario saber combinar complementos carísimos con ropa baratísima, rozando lo cutre.</div><div align="justify">Me di cuenta viendo un capítulo de <em>Vidas anónimas</em> en el que salía un tal Josie, que al parecer era el asesor de moda de <em>Supermodelos</em> -lo del súper sólo se entiende si uno piensa que es en la cola del Carrefour de donde sacan sus modales- y ahora mismo trabaja en una especie de revista muy <em>fashion</em> española, que le quiere hacer sombra a Vogue.</div><div align="justify">El chico en cuestión pertenece a ese grupo que parece haber nacido con un montón de calcetines de Calvin Klein en lugar de cerebro, que dice "porfaplis" y "súperguay" sin ruborizarse siquiera, y que va vestido a la última porque cree que la elegancia es que a uno lo miren por la calle más que a un gótico. Eso lo decía él lleno de orgullo, no yo.</div><div align="justify">Además, unas chicas muy <em>cool</em> -esqueléticas pero con unos modelitos súper caros- se le abrazaban en la presentación de la revista y lo definían como el Truman Capote del siglo XXI. Él encantado, claro, porque admira a Capote teniendo en mente la interpretación de Philip Seymour-Hoffman y cree que algún día también un actor gordito y simpático lo encarnará a él en la gran pantalla.</div><div align="justify">Capote, a buen seguro se está revolviendo en su tumba. Probablemente era un petardo social insoportable como Josie "porfaplis", eso no lo dudo, pero hay que ver cómo escribía. Yo, de momento, no he leído nada de Josie, pero no sé por qué dudo mucho que su nivel a la hora de pulsar las teclas esté a la altura de Capote.</div><div align="justify">En cualquier caso, los juicios estéticos son algo muy subjetivo, y para mí la elegancia es ver a Cary Grant corriendo perseguido por un avión en <em>Con la muerte en los talones</em>. Para Josie, la elegancia es coger a Amy Winehouse y calzarle unos Jimmy Choo mientras bebe un Don Simón con Coca-Cola.</div><div align="justify">Juzguen y comparen.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-45354974119903513282008-11-23T01:24:00.003+01:002008-11-23T01:33:11.712+01:00Una divagación sobre el genio.<div style="text-align: justify;">Leyendo la introducción a los <span style="font-style: italic;">Cuadernos</span> de Paul Valéry he constatado que una de las características de los genios es la disciplina. No basta con ser tremendamente inteligente, lo cual es innegablemente necesario, sino que para ejercitar la mente hace falta una especie de gimnasia intelectual, marcada por el ritmo y la constancia.<br />Los grandes pianistas siempre hablan de cómo se pasan horas y horas ante el piano ensayando, practicando, haciendo escalas y arpegios desde su infancia. Los grandes pintores ejercitan su talento desde niños. La pregunta es: ¿el genio se cultiva? ¿Existe alguien que haya destacado como un genio y que no haya prestado atención a su talento desde niño?<br />Siempre se dice que Kandinsky empezó a pintar a los cuarenta. Personalmente, creo que Kandinsky no ocupa el mismo lugar que Miguel Ángel, pero gustos persoanles aparte, podría ser la excepción que desbarata la regla.<br />La introducción comenzaba comparanado a Valéry con Bach. Indiscutiblemente, Johann Sebastian Bach es una de las cimas en la historia de la música occidental. Su obra, después de más de trescientos años, sigue siendo actual y capaz de conmover a la humanidad; y además, hay una anécdota que nos viene como anillo al dedo. Es sabido que Bach necesitaba tocar la obra de otro compositor para después improvisar toda una serie de variaciones sobre el tema.<br />Quizás, como Bach, uno necesita el ejemplo de un Valéry y de su método analítico para poner un poco de orden en sus escritos, así como para intentar hacer un análisis de todo cuanto sucede a su alrededor.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-3865827040920178152008-11-15T14:44:00.005+01:002008-11-20T18:45:41.949+01:00Humoradas.<div align="justify">El otro día, en un ataque de inconsciencia o masoquismo, vaya usted a saber, me dio por cambiar de canal y ver <em>59 segundos</em>, donde estaban entrevistando a Esperanza Aguirre. Entre monólogo y monólogo, uno de los contertulios se desmarcó de la tónica dominante y no le preguntó sobre economía -asunto del que, por cierto, la Presidenta de la Comunidad de Madrid parece enterarse muchísimo- y sacó el tema de Afganistán.</div><div align="justify">Oportunista, quizás, pero la respuesta de Esperanza fue antológica. Para justificar la presencia de las tropas españolas y una guerra en esa zona, aportó datos históricos remontándose, nada más y nada menos, a Alejandro Magno.</div><div align="justify"><em>Ya sabemos que desde la época de Alejandro Magno es una zona de difícil conquista</em>, fue lo que dijo. Después un discurso ciertamente inconexo, con pinceladas de aquí y de allá, y al final no contestó a nada.</div><div align="justify">Que Esperanza tiene una vena cómica como la copa de un pino es algo que no nos es ajeno, después de sus memorables intervenciones que dieron lugar a alguna chanza sin credibilidad -como aquella del Guggenheim- y al estupor de Santiago Segura al ver que la por aquel entonces ministra no sabía quién era. Y ahora, esta vena cómica la saca dando rienda suelta a esos chistes que cuenta con un gracejo que ya quisiera para sí Chiquito de la Calzada, Sarkosillas incluídas.</div><div align="justify">Por eso, Esperanza Aguirre pasará a los anales de la historia del humor español, junto con Pepe Viyuela, Arévalo, Quique Camoiras, Pajares y Esteso, Alfredo Landa y los Payasos de la tele. Aunque si Esperanza pregunta "¿cómo están ustedes?" la respuesta probablemente sería muy distinta.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-11739906033844368662008-11-12T19:16:00.003+01:002008-11-12T19:38:44.669+01:00Héroes.<div align="justify">Un titular de un periódico de cuyo nombre no quiero acordarme reproducía el siguiente mensaje: <em>Galicia recibe con dolor los restos de los héroes de la Brilat </em>[...] Así, tal como suena y se lee, el redactor se quedó tan ancho.</div><div align="justify">Yo mismo -perdonarán la digresión con la benevolencia que les caracteriza- pertenezco a familia de militares. Toda la estirpe por la rama de mi abuela paterna se ha dedicado a la profesión militar desde tiempos inmemoriales, con gran orgullo y ascendiendo en el escalafón a base de luchar en todas las guerras ingratas que en la historia de este país han sido.</div><div align="justify">Mi bisabuelo, por ejemplo, vendió caro el pellejo con cuarenta y pocos años, postrado en la cama y delirando por culpa de unas fiebres que contrajo luchando en la Guerra de Cuba. Estuvo allí dos veces, y para cuando volvió, en el mes de marzo, el médico le dijo "Usted como buen militar no le tendrá miedo a la muerte, porque la paga de abril no la cobra". Y así fue. Quiero decir con esto que los asuntos del ejército no me son del todo ajenos, por ello no acabo de entender ciertas actitudes que para cualquiera con un poco de sentido común carecen de lógica.</div><div align="justify">En primer lugar, si uno es soldado lo lógico es que tarde o temprano acabe metido en una guerra. Es verdad que ahora se llaman "acciones de paz", consiguiendo así un simpático término contradictorio, tan divertido como ese de "daños colaterales". En segundo lugar, si uno va a un país en el que la gente se está matando a tiro limpio y aparece armado con un fusil de asalto y un casco de kevlar, lo normal es que el oriundo del lugar piense mal y decida, en caso de tener la oportunidad, meterle un tiro en la frente y echar a correr como alma que lleva el diablo.</div><div align="justify">Esto, digo, es lo lógico, por tanto si uno se mete en las Fuerzas Armadas sabe que entra dentro de lo probable recibir una bala que con mayor o menor precisión lo puede dejar listo para hacerle la inevitable visita a Caronte. Eso sí, a cambio de una paga, porque al fin y al cabo matar y ser muerto ha sido una profesión desde que el hombre es hombre.</div><div align="justify">El problema viene cuando uno se apunta al Ejército de buenas a primeras, haciendo caso a los anuncios aquellos que ponían por la tele en los que una chica de muy buen ver se dedicaba a saltar un muro, otro bajaba de un helicóptero de salvamento a rescatar a un pobre náufrago y unos chicos muy dinámicos estaban en una sala llena de ordenadores poniendo cara de serios.</div><div align="justify">En esos anuncios no aparecen chicos de veinte años pegando tiros, matando iraquíes o afganos, y siendo víctimas de atentados. Eso no se vende, y cuando a uno lo mandan a Irak igual piensa que es para repartir comida entre los refugiados y para escalar el muro al lado de la chica guapa del anuncio. Entonces resluta que no, que allí también hay acción guerrillera y que los suicidas -es lo que tienen- no reconocen ni a su padre cuando van conduciendo un coche bomba; allí también te pueden pegar un tiro cruzando una calle y algunos, sin esperar a que salgas de tu base militar, deciden empotrar un camión lleno de explosivos y llevarse por delante a todo lo que puedan.</div><div align="justify">Después recogemos a nuestros muertos y los mandamos a casa, con la ministra muy apenada y apesadumbrada desfilando tras los ataúdes y les hacemos un funeral de estado presidido por los príncipes, les concedemos una medalla a título póstumo y les llamamos héroes.</div><div align="justify">Y lo único que han tenido que hacer, es morirse.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-74116255608774591012008-10-31T17:03:00.004+01:002008-11-01T01:05:20.967+01:00Asombrosa Gracia.<div align="justify">Lo del hermano de Benedicto clama -ligeramente- al cielo. Salió en todas las noticias: para la celebración del cumpleaños del mayor de los Ratzinger se ha organizado un concierto de Mozart en la Capilla Sixtina, que costará unos 100000 euros y contará con músicos llegados de Austria y Alemania. A ver si no de qué va a servir tener un hermano papa, digo yo.</div><div align="justify">Se ha criticado el derroche que supone dejarse 16 millones de las antiguas pesetas para celebrar el aniversario de un cura, que por otra parte pasaría sin pena ni gloria de no ser porque su hermano es -y se dice pronto- el vicario de Cristo en la tierra. Se ha dicho que en esta época de crisis es un despilfarro, y aunque Juan Manuel de Prada lo haya justificado como gasto necesario para la liturgia la verdad es que el asunto huele, y de lejos.</div><div align="justify">No me preocupa especialmente el hecho de que sean 100000 euros, que al fin y al cabo es una minucia si lo comparamos con lo que puede gastarse la administración pública en asuntos de protocolo y visitas institucionales. Lo que me indigna es que una organización como es la Iglesia, que predica unos postulados de amor y caridad, decida gastarse esa cantidad en algo tan trivial como un cumpleaños. Bien es cierto que uno no espera que en una celebración de este tipo se conformen con poner unos sandwiches de Nocilla y unas botellas de Fanta para los fieles que esperen en el Aula Pablo VI, pero de ahí a montar esta parafernalia media un mundo.</div><div align="justify">Ahora bien, también tengo que decir que bravo por estos tipos. Por lo menos en cuestión de buen gusto van sobrados, y todos sabemos que en la Iglesia post Vaticano II eso es algo que escasea. Lo normal sería que viniera una monjita con una guitarra y unos dicharacheros jóvenes del Opus Dei a cantarle, como hicieron con Juan Pablo II cuando estaba en el hospital poco antes de morir -lo cual, probablemente sirivió para acelerar el fatal desenlace-.</div><div align="justify">Mozart en la Capilla Sixtina con una orquesta de más de 100 músicos. Si lo piensan bien, es impresionante.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-63744372053342212822008-10-21T19:26:00.004+02:002009-12-30T00:20:39.435+01:00Esos golfos...<div align="justify">El mal gusto me parece deleznable, pero también la sinvergonzonería y la desfachatez. Hace algún tiempo me enteraba de un caso bastante habitual en este ingrato país, donde el que es el más malnacido se encarga de medrar a costa de los necesitados.</div><div align="justify">Uno de estos pájaros comunes en nuestra fauna tenía que dar un curso y por ello cobraba 50 euros a la hora, en concepto de material y mano de obra, por así decirlo. El listo contrató a una subalterna para que fuera a dar las clases por él, pagándole 10 euros la hora, con lo cual se ahorraba tener que asistir y el material, que no eran más que unas míseras fotocopias.</div><div align="justify">Yo hablaba con una de las personas que acudían al curso y estaban al tanto de la situación, cosa que no sucedía con la chica que daba las clases, porque pensaba que se lo encargaban directamente a ella. Preguntaba, inocente que soy, si nadie le dijo nada y la puso al corriente, y la respuesta fue antológica: "y ella estaba encantada, que así todavía cobraba algo".</div><div align="justify">Excusa soez, sin duda, que podrían aducir aquellos que en el siglo XIX llenaban sus plantaciones de Carolina del Sur con esclavos negros; lo mismo los portugueses cuando en el XVIII cargaban galeones de pacíficos negritos que así, conocían a Dios y eran trasladados al mundo civilizado. Y lo mismo podrían alegar lo que durante unos meses acogen a un niño peruano, saharaui o de Ruanda para luego mandarlo de nuevo a su particular infierno, consciente de que hay un mundo mejor.</div><div align="justify">La verdad es que esa gente no se merece mi respeto. No son dignos de ser considerados personas, sino simples explotadores donde tanta culpa tiene el que contrata a la chica como la sociedad que lo consiente. Me decían que todavía tengo mucho que aprender, y que si voy de Don Quijote por la vida me voy a dar con muchos molinos.</div><div align="justify">Pero creo que mi deber es no ser tan cínico, al menos de momento. Y qué demonios, aunque parezcan tener más brazos que el gigante Briareo, hay molinos que acaban cayendo. Y en eso sí creo.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-32998162935720545942008-10-13T00:07:00.003+02:002008-10-13T00:27:21.288+02:00Pagando favores.<div align="justify">Lo de Cuerda clama al cielo. Es el descaro más absoluto en un país que por lo demás siempre ha sido ingrato con sus hijos ilustres, y donde el mediocre que se arrima al sol que más calienta siempre ha medrado, agarrándose a la teta de la vaca como a un clavo ardiendo.</div><div align="justify">Ahora resulta que sus <em>Girasoles ciegos</em> van a representar a España en los Oscar. Me acuerdo de la que se montó, casi más que con la crisis, cuando los de La Sexta colaron al Chikilicuatre en Eurovisión. Es cierto que hoy a nadie le importa ese concurso, pero los ecos de la polémica llegaron a salpicar el mundo de la política, debates supuestamente serios, y como sucedió con lo de la boda del Príncipe, todo español dio su opinión al respecto.</div><div align="justify">Ahora se repite el número, pero nadie habla del asunto. Si han visto la película y no se dejan llevar por el sentimentalismo barato, lo políticamente correcto y el escote de Maribel Verdú -maravilloso, por cierto- convendrán en que el resultado es un esperpento, pero el Chikilicuatre por lo menos tenía gracia. Lo que ha parido Cuerda es un bodrio insoportable, sin pies ni cabeza desde el punto de vista narrativo y con unos actores muy adecuados para un melodrama, porque todos dan auténtica pena.</div><div align="justify">Ahora bien, a Cuerda hay que agradecerle el apoyo en la campaña electoral de ZP y nada mejor para un director de cine que brindarle sus cinco minutos de fama, paseillo por la alfombra roja incluído. Todo por escuchar su nombre en boca de Catherine Zeta-Jones, Charlize Theron o la guapa de turno -y esas dos lo son, y mucho- y que resuene en el Kodak Theatre entre los aplausos de todo el mundillo.</div><div align="justify">Pienso que es triste el panorama del cine español, y después de esta última intentona juré que sus posibilidades conmigo habían llegado al final. Nunca más pagaré por ver una película española y menos sobre la Guerra Civil, que es un asunto que ya está tan trillado como lo de las suecas y el landismo. No creo que los actores españoles sean buenos, fundamentalmente porque a ver dónde hay una escuela de interpretación decente en este país, ya que los que podían enseñar son perros viejos que o están en el teatro o no tienen ganas de perder el tiempo con las jóvenes promesas.</div><div align="justify">Y también echo de menos, además de buenos actores, buenos directores que no crean que por contar con una subvención del Ministerio de Cultura ya se pueden lavar las manos con entradas de Cinesa. Ahora es cuando uno ve <em>Plácido</em> y piensa qué grande era Berlanga, que también optó al Oscar bastante antes de que se lo llevara Garci.</div><div align="justify">Pero acordarse de esas cosas no conviene, porque ni Cuerda es Billy Wilder, ni Javier Cámara es Cary Grant. Eso sí, si uno se aleja y lo ve desde fuera, el resultado es una comedia desternillante.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-48827444308354906332008-10-04T12:27:00.005+02:002009-12-30T00:19:27.574+01:00El Orient Express nos queda muy lejos.<div align="justify">No es fácil aunar buen gusto y transporte público, pero un mínimo de educación no está de más en cualquier contexto. Antiguamente el tren era un medio de transporte teñido de encanto, con mozos que llevaban baules y cajas, maletas y fundas de trajes; las señoras y señores con sombrero, saludándose educadamente y ocupando sus compartimentos, tratándose de usted con respeto y amabilidad.</div><div align="justify">Hoy, por circunstancias del destino, me vi obligado a tomar un tren, y me acordé de aquello que dijo Alejandro Dumas de que África empieza en los Pirineos. No niego que vivir en una ciudad que es meta de peregrinos y centro universitario tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. Y además, esas cualidades que supuestamente la hacen un lugar apetecible para vivir, no son óbice para que se llene de imbéciles de la peor especie de vez en cuando.</div><div align="justify">En primer lugar, los peregrinos que vuelven de hacer su camino, después de encontrarse a sí mismos en el Cebreiro y tras tomar contacto con su espiritualidad en los claustros de Samos, vuelven a sus casas. Y aunque alguno lleve el alma impoluta, muchos se olvidan de darse una ducha que les lave el cuerpo además del espíritu.</div><div align="justify">En un vagón de tren en el que van unas 80 personas, si 20 son peregrinos que no se han lavado y además se descalzan, podrán hacerse una idea del infierno olfativo que desafía al más pintado. Si además añadimos a un par de mozalbetes que van trasegando cerveza tras cerveza, con un ordenador portátil en el que ven una película a todo volumen la situación ya es crítica. Ahora sólo queda que nuestro asiento coincida al lado de una calefacción al máximo, y que en la cafetería hayan quitado los taburetes y asientos para que el viaje sea una experiencia inolvidable.</div><div align="justify">Eso es un tren español de tomo y lomo, y los guiris que apanden, que si quieren sacrificio no les basta con el caminito desde Roncesvalles. A la vuelta les toca sufrir todas esas desgracias -de las que ellos también tienen parte de culpa, como vimos- y algún revisor malencarado, desagradable y maleducado.</div><div align="justify">Eso sí, cuando vamos a comprar el billete y nos cobran 18 euros nos quedamos de piedra, con un estupor que a duras penas podemos describir. Yo me pregunto cuánto habrán pagado los pobres que van a Hendaya -y tienen que soportar un viaje de 12 horas- y ahí es cuando pienso si esos turistas franceses, amigos de descalzarse y enemigos acérrimos de la higiene, no se vengarán de los españoles intentando ahogarnos con sus efluvios. Y si es así, razón no les falta.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-11237488259062896582008-09-19T17:23:00.005+02:002008-10-31T18:28:41.146+01:00Insultando con un poco de clase.<div align="justify">El comentario deriva directamente del anterior. En el mencionado foro uno de los internautas insultaba a diestro y siniestro a todos los que no compartían su opinión, pues para él "el perro de mierda" no se merece mayor consideración. No habría entrado al trapo si en una de sus intervenciones no se hubiese quejado, de entre todos los males que asuelan nuestro pais, de la mala educación.</div><div align="justify">No sé lo que mi colega forero entiende por mala educación, pero yo, que soy un purista, entiendo lo siguiente: me parece de mala educacón hacer caso omiso de las normas de ortografía que para mí alcanzan el rango de leyes; me parece mala educación no respetar la más mínima corrección sintáctica, y me parece mala educación mentar a la madre de aquellos que participan en un foro público si su opinión no coincide con la de uno.</div><div align="justify">No quiero decir que el insulto, el insulto liberador clásico y de toda la vida, no sea respetable en determinadas ocasiones. Un "imbécil" soltado a tiempo puede prevenir catástrofes mayores, y sacar de dentro toda esa inquina de forma verbal puede servir para evitar males físicos mucho más perjudiciales para la salud. Ahora bien, llamar "subnormal" a alguien por el mero hecho de no estar de acuerdo con su opinión me parece de muy mala educación, así como recomendarle -y cito literalmente- "meterse su querido diccionario por el culo" me parece que está de más.</div><div align="justify">Al margen de estas consideraciones que demuestran que mi cibernético interlocutor era una persona realmente maleducada, me asusta que todavía haya quién piensa de este modo y que añade como firma en sus mensajes un "Arriba España". Con los tiempos que corren, donde la cultura es más accesible que nunca, parece increible que todavía se den muestras facistoides entre la población más joven y supuestamente más educada.</div><div align="justify">Puestas las cosas en claro, si yo ahora digo "coño, menudo imbécil" no me pongo a su nivel. En primer lugar porque no insulto como arma de defensa, producto de mis inseguridades y complejos como es evidentemente el caso del ternasco falangistoide, sino como respuesta a un estímulo perfectamente analizado. Además, "coño" es una palabra perfectamente arraigada en el español, con una tradición oral -perdón por el juego de palabras- y escrita que la avala como interjección válida a la hora de mostrar exclamación; por otra parte, "imbécil" está empleada no como un término peyorativo, sino que como se recoge en "mi querido diccionario", define a alguien falto de entendimiento.</div><div align="justify">Ahora bien, si los términos parecen demasiado mundanos, ahí van unos cuantos que podrían servir perfectamente para definir al chaval y a todos los de su ralea: estultos, protervos, gaznápiros, ceporros, bodoques, mamelucos, zoquetes y pazguatos.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-50257055280267682852008-09-18T22:57:00.015+02:002008-09-18T23:16:44.863+02:00Del asesinato como una de las bellas artes.<div align="justify">Copio sin pudor el título de la obra homónima de Thomas de Quincey. Pongo a los posibles lectores en antecedentes: ayer participé en un foro de opinión. Normalmente nunca haría algo parecido, ya que soy reacio a ciertas muestras desaforadas de entusiasmo, pero el tema me afectaba directamente, o, al menos, va con la profesión que he elegido.</div><div align="justify">El asunto sobre el que se opinaba era el siguiente: un artista sudamericano efectuó una <em>performance</em> en una galería que consistía en coger a un perro abandonado, atarlo a un radiador y dejarlo morir de hambre mientras los asistentes observaban impasibles. Evidentemente, un tema como este no deja a la gente indiferente, y entre los comentarios había de todo: desde los que se acordaban de la madre del artista a aquellos que exigían atarlo de sus partes hasta que reviente y otros que se indignaban al ver cómo la gente se preocupaba de un perro y no de sus congéneres.</div><div align="justify">Ninguno de aquellos 60000 (sí, sesenta mil) personajes registrados dio un paso más allá y llegó al meollo del asunto. A parte de las muestras de repulsa, perfectamente lógicas, lo que cabe plantearnos es hasta qué punto la sociedad occidental, tal y cómo la conocemos, se encuentra enferma. El momento en que un ser humano es capaz de cometer un asesinato, sea de cualquier especie, por simple diversión o curiosidad, pierde parte de su condición de <em>homo sapiens</em> que como tal viene definida por el lenguaje y el raciocinio.</div><div align="justify">La capacidad de sentir empatía con otros miembros de su especie, o no, es algo que ya tienen los animales, y queda perfectamente ejemplificado en la leona que defiende a sus cachorros. Sin embargo, sólo el hombre sería capaz de traspasar esos límites por simple curiosidad intelectual. Es este el argumento de <em>La soga</em>, y lo que de Quincey planteaba en su obra a partir de la separación de lo bueno y lo bello en la filosofía kantiana.</div><div align="justify">El principio de <em>kalokagathia</em> griego (lo bueno es bello) se había perdido de forma irremediable, y esto unido a la falta de escrúpulos de la sociedad, y al mandato de unos gurús que afirman lo que es arte y lo que no da como resultado aberraciones como esta.</div><div align="justify">No voy a dejarme llevar por el entusiasmo ni voy a soltar lemas agresivos contra el supuesto artista, pero al paso que vamos, no me extrañaría que dentro de unos siglos el perro ya haya sido sustituído por un niño o por un abuelete de esos que se quedan abandonados en las gasolineras. No quiero ser demagógico, pero el tiempo se ha encargado siempre de demostrarnos que la maldad del hombre no conoce límites; anteriormente el arte servía para reconciliarnos cuando estábamos en estos estados de indignación y de desesperación, pero con estos ejemplos, a ver quién sigue creyéndolo.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-42693134180561397702008-09-17T02:48:00.004+02:002008-09-17T13:06:20.571+02:00Monomarentales. Osea.<div align="justify">Somos tan políticamente correctos que a la hora de hablar nos da igual cometer las más bárbaras tropelías contra el lenguaje que harían enrojecer a un estudiante de bachillerato -de los de antes, obviamente-.</div><div align="justify">Ya dije alguna vez que en la tele las periodistas y los periodistos -guiño revertiano- hablan cómo Dios les da a entender, o más bien, el demonio. El otro día estaba desayunando viendo uno de estos programas de tertulias mañaneras, cuando uno de los participantes hablaba de las familias monoparentales.</div><div align="justify">Pues bien, a su lado, una avezada periodista le corrigió y apuntilló algo así como "y monomarentales". Y el periodista se hizo eco de la apostilla y prosiguió su alocución "es cierto, las familias monoparentales y monomarentales..."</div><div align="justify">Hay que ser gilipollas -perdón por el entusiasmo, pero es lo que me salió del alma- pensé al oir tamaña estupidez. Monoparental, efectivamente, viene de <em>mono </em>(uno) y <em>parens-tis</em> (padre), pero no "padre" en el sentido masculino que tiene el término, sino relativo a la parentela. Padre deriva de <em>patris</em>, así como madre viene de <em>mater</em>. Por lo tanto una familia puede ser matriarcal o patriarcal, pero nunca marental, porque en latín no existe el término "marens".</div><div align="justify">El caso es que se quedaron tan anchos, él con su corrección política -que no etimológica- y ella con su reconocimiento y su aportación a la filología clásica, y estas son las cosas que a mí me revientan. Somos tan estúpidos que por tener a todos contentos somos capaces de empeñar la Historia, la Lengua y hasta la ropa interior, si me apuran, para que se nos vean los miembros y miembras y todos estén <em>happies</em> que lo flipas. Que para eso los ingleses son muy listos y pasan de géneros. <em>All stupid</em>, y punto.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-47840664585840051462008-08-31T12:54:00.002+02:002008-08-31T13:18:39.774+02:00Esta infame clase política.<div align="justify">Ya he dicho alguna vez que los políticos de hoy en día no están a la altura de los de antes. Una Transición como la del 75 sería impensable con el ganado que hoy campa a sus anchas por el Congreso de los Diputados, una Constitución firmada por Zapatero, Rajoy y Llamazares podría ser lo más caótico, y ya más de cerca, las comunidades autónomas -que ya se merece capítulo aparte- en manos de Rovira, Quintana e Ibarretxe sería algo impensable.</div><div align="justify">El caso es que el panorama político cada día nos ofrece novedades para aquellos que contemplamos a nuestros dirigientes de forma harto descreída. Primero porque lo del talante -bueno o malo- ejercido sin control y pretendiendo dar la razón a todo el mundo es algo que no se sostiene por mucho que a ZP le duela. Segundo, porque esa reticencia a ejercer un poder con el que ha sido investido según la votación de la mayoría de los ciudadanos acarrea más problemas de los que podría suponerse; alguien dijo que es peor la indecisión que una mala decisión.</div><div align="justify">Todo esto viene a colación a raíz del funeral de Estado por las víctimas del accidente aéreo y por la liberación de Arnaldo Otegui. Me explico.</div><div align="justify">Lo del funeral de Estado me parece ridículo. Las víctimas del accidente de Barajas no perdieron su vida defendiendo a su país en una guerra o en el ejercicio de una labor pública reseñable que justifique tamaña afrenta. Porque a mi entender, un funeral de Estado es aquel en el que políticos de toda ralea acuden a hacer leña del árbol caído, con presunta cara de duelo bien fingida para salir en la foto, si hay suerte, al lado de unos llorosos Juan Carlos y Sofía. En cualquier caso, y aunque esto suene duro, no hay diferencia entre el albañil que se cae del andamio y se mata y las víctimas del JKK5022; la única diferencia sustancial es que para merecer el reconocimiento del estado deberían caerse 153 albañiles del mismo andamio, lo cual sería mucha casualidad.</div><div align="justify">Lo de Otegui, bueno, qué quieren que les diga. En el fondo me hace gracia ver que hay gente más cínica que un servidor. Otegui sale de la cárcel y muy preocupado -con una carrera de Derecho terminada bajo el brazo- dice que el diálogo es fundamental para acabar con el conflicto vasco, que sólo puede solucionarse con la comprensión mutua del gobierno y ETA. Ahí es cuando pienso que verdes las ha segado Zapatero con su diálogo esperanzador, líder de los dialogantes del mundo mundial. A todo esto, ponen unas imágenes de Otegui leyendo un manifiesto al lado de unos encapuchados quemando una bandera de España...</div><div align="justify">La cosa no habría ido a más si el que le responde no fuese el infalible Pepe Blanco, diciéndole que el gobierno no iba a parlamentar con terroristas porque todas las puertas se habían cerrado. A mi entender, Pepe Blanco no forma parte del gobierno. Es vicesecretario general del PSOE y así aparece rotulado en sus intervenciones televisivas, pero al margen de su puesto como diputado no ocupa ningún cargo en el equipo gubernamental de ZP: no es ministro, no es director general de nada, y aún así se proclama portavoz del gobierno.</div><div align="justify">Así las cosas, uno acaba echando de menos un Azaña, un Cánovas o un Canalejas, es decir, políticos de vocación y no simples funcionarios, que es lo que hay ahora. Y yo, que soy descreído respecto a este país tanto como respecto a la superioridad moral y ética de la Santa Iglesia de Roma, estoy convencido de que eran igual de corruptos, ladrones y sinvergüenzas como los de ahora, pero por lo menos sabían escribir. Algo que les queda muy lejos a los miembros y miembras de este circo político que es España.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-14999445253584508782008-08-27T18:50:00.003+02:002008-08-28T19:27:39.108+02:00Los nuevos pijos.<div align="justify">Antes ser pijo implicaba ciertas bases inamovibles que todo el mundo conocía, aceptaba y llegados al caso, si la premisa te convencía, las compartías.<br />El pijo de pro, el de verdad, era el que llevaba camisa Lacoste con un jersey de Ralph Lauren al cuello. Pantalones de pinza, zapatos náuticos o castellanos, y el pelo cortado en media melena engominada hacia atrás para emular a Mario Conde. El pijo hablaba sin demasiadas ganas, harto del mundo vulgar en el que le había tocado vivir, junto con Pocho, Cuca y Piti. Y el pijo, decía oseasabestelojuro y se quedaba tan ancho.<br />Estos pijos siguen existiendo, pero hay otros que han subido a su escalón de superioridad. Son los guays.<br />Es guay ser alternativo, pero también es guay ser progre dicharachero y alardeante de compromiso social. Es guay definirse como comunista porque vas a la fiesta del PCE y después tienes un Audi A3 aparcado delante de la Facultad, regalo de fin de Bachillerato de papá. Es guay ir a conciertos ruidosos con otros amigos igualmente guays. Pero lo más guay es abrir la boca para soltar diatribas políticas hablando de compromiso, solidaridad y demás nobles conceptos que suenan a risa en boca de hijos de médicos, abogados, políticos y dentistas.<br />Y que nadie me malinteprete porque siempre hay algún listo que dice "mira tú qué gentuza, cómo critica a los pobres chavales".<br />Que conste que los "pobres chavales" no tienen nada de pobres, aunque les guste el aspecto que prueban como algo novedoso dentro de su bienestar habitual, tan aburrido por otra parte. Los pobres chavales tratan con inmensa frivolidad temas que, no digo yo que no, a alguno igual le preocupan seriamente.<br />Como comprenderán, a mí los guays no me caen demasiado en gracia. Me pasa lo mismo con los alternativos y otros sectores de la población, incluídos los pijos de jersey al cuello y zapato castellano. Pero bueno, debo reconocer la deuda que tengo con estos grupos tan simpáticos, pues gracias a ellos hay veces que estas cosas se escriben solas.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-4595269154185435462008-08-22T16:36:00.007+02:002008-08-23T00:25:46.047+02:00Reunión de pastores...<div align="justify">Las tragedias siempre venden, y por cruel que suene esto, los hechos son los hechos. <em>Only the facts</em>, cómo diría algún juez anglosajón. Y el caso es que desde ayer, con lo del accidente en Barajas, la prensa que se supone debería ser más veraz, con más tacto y más profesional, está demostrando un nivel bajuno y soez en el que los periodistas del Telediario ya no se diferencian de los reporteros del Tomate.</div><div align="justify">Hace tiempo este tipo de comportamiento habría resultado sorprendente para todo el mundo. Yo no recuerdo que en el 11M los cámaras acosaran a los familiares de los muertos en el recinto Ferial de Madrid, convertido en inmensa morgue como vuelve a suceder estos días. Sin embargo, ahora sí que hay grupos de periodistas que se agolpan a las puertas de IFEMA para preguntarle a los familiares a quién han perdido.</div><div align="justify">Morbo, simple y cruel, para satisfacer la necesidad del público. Los espectadores de los informativos ya no son un grupo de gente que quiere saber qué pasa en el mundo. Ahora de lo que se trata es de tirar del hilo hasta el límite, sin que se rompa.</div><div align="justify">Sucedió lentamente, y la gente poco a poco dejó de darse cuenta de lo que es normal y lo que no en televisión. Desde las bajadas de pantalones de Boris Izaguirre hasta Moros y Cristianos, la entrepierna de Nuria Bermúdez, Tamara, el Pozí, Leonardo Dantés, Belén Esteban, Ana Obregón, Jorge Javier Vázquez y el Tomate, las difamaciones que se vierten sobre personajes difuntos incapaces de defenderse... todo esto fue dejando su poso, y poco a poco la televisión se ha convertido en un reducto de impresentables que hacen su trabajo para un público embotado que ya ni siente ni padece, siempre dispuesto a reír la última gracia de los colaboradores de Ana Rosa Quintana o a crucificar al escritor de turno en base a las opiniones tan fundamentadas como pueden ser las de Jimmy Jiménez Arnau.</div><div align="justify">Por supuesto que hay excepciones, pero el mal mayor está ahí, y los pocos espacios que le pueden hacer frente se ven relegados a horarios intempestivos que acaban minando la fidelidad del espectador más entusiasta. Después hay otro tipo de programas, que intentan ir por el mismo camino, pero que se quedan a medias, convertidos en tertulias de amigotes para amigotes, que como Juan Palomo, ellos se lo guisan y ellos se lo comen.</div><div align="justify">Pero a lo que iba. No deja de sorprenderme cómo ha degenerado el aparato televisivo llegando a extremos de crueldad inaceptable. Viendo cómo los periodistas -profesión que me parecía dignísima, pero que cada vez me va dando más asco- le meten el micrófono por la fuerza a un viudo para que cuente cómo ha perdido a su mujer y a su hija, me parece el colmo. No sólo del mal gusto, que estos casos, cinismos aparte, ya me importa poco o nada.</div><div align="justify">Simplemente se echa en falta un mínimo de humanidad y de respeto. Pero es que eso no vende.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-47626291332178279402008-08-16T02:43:00.006+02:002008-08-16T15:22:03.463+02:00Festival del horror.<div align="justify">A veces uno no debería salir de casa si no es ciego, estúpido o simplemente falto de gusto. Y que nadie me malinterprete, no vaya a ser que algún espabilado piense que los ciegos van en el mismo saco que los horteras. Lo que ocurre es que en algunas situaciones tanto unos como los otros juegan con ventaja.<br />Me refiero a esos momentos en los que uno ve ciertas cosas que le hacen replantearse su confianza en el género humano. Momentos de crisis espiritual que uno experimenta al ver a una individua de diceiséis años con las botas de su hermana mayor, con tacón, por supuesto, contoneándose con la misma gracia que tendría la pánfila de Kate Moss al salir borracha como una cuba de la discoteca más <em>cool</em> de Londres. Burlándose de la ley de la gravedad con esa confianza que da la adolescencia, creyéndose la reina del <em>glamour</em> barato de pueblo en fiestas, sintiendo que hoy somos libres y que ahí me las den todas, que yo soy la más guapa del mundo y tengo un estilo que ya quisiera para sí Linda Evangelista.<br />Y ahí está la niña, pintada como una puerta con el mismo gusto que tiene para andar con tacones, luciendo unos pantalones vaqueros de cintura baja -bajísima- y un top escotado que la haría la reina de las fiestas en un pueblecito de Wisconsin.<br />El festival sigue <em>in crescendo</em> si le añadimos la banda sonora interpretada por una cantante gorda embutida en una minifalda, también con botas altas y tacones, que sólo compensa su falta de talento con su entusiasmo. La canción: "A dormir juntitos". Una ranchera, evidentemente.<br />A eso hay que sumarle el ruido insoportable de las atracciones, los olores nauseabundos de los puestos de fritangas variadas -puestos en los que churros rellenos de crema y alitas de pollo van de la mano y probablemente naden en el mismo aceite- y los inevitables tenderetes de algodón de azúcar y almendras garrapiñadas, donde una mujer con las manos más sucias que un mecánico tras realizar un cambio de aceite se afana en preparar las deliciosas viandas que entusiasman a los niños.<br />Un espectáculo dantesco, este de las fiestas populares, que una vez al año tengo que soportar bajo mi ventana, viendo como delante se pasean todos estos enjendros llenos de orgullo patrio y que vuelven al pueblo allá por el 15 de agosto.<br />Por eso los ciegos y los imbéciles juegan con ventaja: los ciegos porque no tienen que ver esta caterva de despropósitos, y los imbéciles porque están demasiado ocupados comprando alitas de pollo como para preocuparse por otras cosas; mucho menos por el estilismo.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8915215907817596645.post-47212409302563736162008-08-03T13:31:00.005+02:002008-08-16T15:22:37.258+02:00Políticamente correcto.<div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span>Aunque comencé este blog con un marcado carácter frívolo, hablando de cosas como el buen gusto, el estilo, y sobre todo, la falta de ellos -que, no nos engañemos, es lo que más juego podría darnos- hoy creo que tengo que poner mi particular pica en Flandes respecto a ciertos asuntos de la muy noble USC y la reforma del plan de estudios de Historia del Arte.<br />Les pondré brevemente en antecedentes. Historia del Arte es una titulación propia e independiente, en la que se matricula gente que, vaya a saber usted por qué, está interesada en el asunto. No se trata de Económicas o Derecho, donde el 80% del estudiantado no es vocacional, sino rebotado de otras carreras, bachilleratos mixtos e hijos de abogados o economistas. En Historia del Arte los alumnos sienten y viven lo que estudian -no dudo que algún abogado también- y viven para el Arte.<br />El Arte, con mayúsculas, que toda la vida se ha considerado uno de los bienes mayores de la humanidad junto con los avances científicos, y que, para pasmo de alguien que no conozca el ambiente de Facultad, no da tiempo a explicar dado las exigencias del programa y la temporización de los cuatrimestres.<br />Me explico:<br />Tenemos una asignatura de Arte Moderno anual, es decir 8 meses, en la que se nos da un cuatrimestre para explicar el Renacimiento y otro para el Barroco. Dos de los períodos más importantes, con más obras y nombres de artistas de toda la Historia, en 8 meses. El resultado es que los profesores nunca llegan a Miguel Ángel, sólo a marchas forzadas y con calzador pueden deslizar alguna imagen de la Capilla Sixtina y con suerte, la Piedad aparece de refilón.<br />Tres cuartos de lo mismo pasa con Rembrandt. La única pintura barroca que se enseña, porque da tiempo, es la de Caravaggio, que tampoco es moco de pavo.<br />Hay más ejemplos como el de Arte Moderno: Medieval, Contemporáneo... eso sí, gracias al excelente plan de estudios vigente, tenemos tres asignaturas -sí, tres, como tres soles- dedicadas al Arte Gallego. No es por ser reaccionario, pero si alguien se pasea por el Museo do Pobo Galego y contempla las pinturas de Gregorio Ferro sabrá el porqué de mi indignación.<br />No nos engañemos, el Arte Gallego tal y como lo entienden los profesores es el arte penoso y aletargado de una región que está donde Cristo dio las siete voces, por algo le llamaron el Finis terrae. Y los pintores y escultores gallegos, como mucho, podrían defenderse a modo de curiosidad -algunos ni siquiera eso- por lo malo, pésimo incluso, de su obra. Eso sí, como es lo que vende y a lo que se dedicaron la mayoría de nuestros santos profesores cuando estudiaban en esas mismas aulas en las que ahora nos torturan, tenemos que pasar por el aro y comulgar con ruedas de molino diciendo que Dionisio Fierros fue un pintor como la copa de un pino. Así, echando cuentas, le dedicamos al asunto un total de aproximadamente nueve horas semanales, todo el arte gallego concentrado en el primer cuatrimestre del tercer curso, que es ya de por sí prueba de fuego y auto de fe que pone en peligro la continuidad de más de uno en la carrera.<br />Y todo esto venía a colación porque en el borrador del plan Bolonia que nos afecta, el Arte Gallego iba a ser una asignatura optativa -ya vi el cielo abierto, si no para mí, sí al menos para las generaciones futuras-, pero como siempre hay un grupo que manda y tiene la sartén por el mango, al final es asignatura obligatoria, quedando relegadas asignaturas como Historia del Urbanismo o Ideas Estéticas, que al fin y al cabo son asunto baladí en cuestión de Historia del Arte.<br />¿A quién le importa la evolución de toda la filosofía que se ha encargado de discernir los asuntos de la Belleza? ¿Qué más da lo que pensaba Kant, si su filosofía no dejó ningún rastro en la obra de José Cancela, ese ilustre ejemplo de pintor gallego? ¿Para qué diablos vamos a explicar a Nietzsche, que ya cuesta horrores escribir el nombre correctamente bajo la presión del examen, si podemos centrarnos en Manolo Paz, que es mucho más fácil de escribir y sus esculturas son mucho más grandes?<br />Y así, con tremendo dolor de corazón pensando que esto no lo arregla ni San Pedro bajado del cielo, ni Teresa de Calcuta resucitada, mientras haya semejante caterva de profesores, cuervos interesados y políticos chupatintas que no han leído un libro en su vida. La cosa seguirá yendo a trancas y barrancas, pero ni todos los Cancela del Río, los Ferro Requeijo, los Fierros y los Gambino del mundo podrán hacer que reniegue del Arte.</div>Waldo Lydeckerhttp://www.blogger.com/profile/18165803411252412796noreply@blogger.com0